Emprendedor latino inspira a otros inmigrantes
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Rafael Casanova recuerda que cuando llegó a Estados Unidos desde México por primera vez, a los 18 años, nunca se hubiese imaginado que un día sería dueño de su propia compañía.
“Mi sueño era venir por cierto tiempo a juntar un poco de dinero, hacer mi casa y regresarme», explicó Casanova. “Yo creo que ese es en la mayoría de los casos el sueño de todos los inmigrantes, pero entonces van pasando los meses, los años y te vas acostumbrando.”
Casi 30 años después, Casanova, quien está casado y es padre de tres hijos, camina por lo que pronto será la nueva sede de su empresa de construcción en frente de un centro comercial en Mint Hill, Carolina del Norte.
Señala hacia la parte de adelante del espacio y camina por lo que va a ser la entrada principal de su oficina de 14,000 pies cuadrados. Alrededor del 60 % del espacio lo va a usar su empresa y el resto lo va a poner en arriendo.
Comenzó Casanova Siding hace 20 años, después de vivir entre México y Estados Unidos por unos años. Había trabajado como mecánico y en una compañía de construcción de techos.
Ahora Casanova es uno de casi 25,000 emprendedores indocumentados en Carolina del Norte, según el grupo de investigación New American Economy.
Dice que, por su estatus migratorio y no hablar inglés, se le hizo más difícil lanzar su empresa. Pero después de recibir el consejo de un amigo, envió una solicitud para obtener su Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN) lo cual le permitió comenzar una corporación y pagar impuestos.
“No había mucha información. No te decían realmente cómo lo podrías hacer,” agrega Casanova. “Lo hice, pero no fue fácil.”
Aunque tenía un ITIN, dice que su estatus migratorio le dificultó recibir préstamos de los bancos. Las cosas cambiaron cuando su socio, que tiene documentos, comenzó a trabajar con él.
“Esa parte es un poco complicada para uno que también a veces no tiene muchos estudios o no sabe realmente cómo hacerlo,” explicó Casanova.
Justo cuando estaba avanzando, comenzó la recesión económica del 2008. Casanova recuerda que tuvo que volver a tomar trabajos de construcción de techos e incluso se vio obligado a vender vegetales en un mercado para sobrevivir.
Eventualmente el negocio volvió a progresar. Ahora tiene dos socios y alrededor de 80 empleados, entre ellos dos de sus hijos.
“Se siente bastante bien poder aportar un poco a la comunidad y devolverle algo de lo que uno ha recibido», explicó Casanova quien se define como una persona de carácter fuerte que no olvida sus inicios y siempre está dispuesto a apoyar a otros..
Aproximadamente el 80 % de sus empleados son latinos. Dice que si le piden consejos se sienta con ellos y les comparte su experiencia. Menciona que es decisión de ellos si quieren aplicar sus recomendaciones. Algunos lo hacen y comienzan sus propias empresas, otros se quedan trabajando con él.
“Hay un mundo de oportunidades. Pero depende de ellos que quieran hacerlo y lograrlo,” comentó Casanova. “Este país te da un montón de oportunidades, aunque tengas papeles o no tengas papeles. Si tú lo quieres lograr, lo puedes hacer.”
De vuelta en su nueva oficina, Casanova recorre un pasillo y señala dónde quedará la nueva sala de conferencias.
Mirando hacia el nuevo edificio de su empresa, dice que se siente muy bien haber cumplido un sueño que no imaginaba posible hace 20 años. Otra meta que tiene todavía por cumplir es hacerse residente permanente del país. Por ahora, indica, va a seguir enfocándose en hacer crecer su negocio.
Fuente: Ramírez, M. (2021, 13 agosto). Emprendedor latino inspira a otros inmigrantes con su experiencia. La Noticia. https://lanoticia.com/hay-un-mundo-de-oportunidades-emprendedor-latino-inspira-a-otros-inmigrantes/Ramírez, M. (2021, 13 agosto). Emprendedor latino inspira a otros inmigrantes con su experiencia. La Noticia. https://lanoticia.com/hay-un-mundo-de-oportunidades-emprendedor-latino-inspira-a-otros-inmigrantes/